top of page

Pedro Ravina

 

Pedro Ravina es un abogado tinerfeño y socio del Club Canarias que actualmente trabaja en uno de los despachos más prestigiosos del mundo en la ciudad de Nueva York. En esta entrevista nos cuenta sus camino desde Santa Cruz hasta NYC .

 

 

Cuéntanos sobre tu background: de donde eres, donde estudiaste, por que te decidiste por el derecho.

Nací en Santa Cruz de Tenerife, y a los 18 años decidí marcharme a Madrid para estudiar Derecho y Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE E-3). Contaba con el ejemplo de mi padre, abogado en Santa Cruz, y aunque le veía llegar muchas veces tarde a casa, su pasión por el derecho fue contagiosa y desde siempre supe que eso era a lo que me quería dedicar. Por su consejo complementé mi titulación en Derecho con la formación económica-empresarial, y experimenté el estudiar fuera de casa. La etapa universitaria fue, como la de todo el mundo, supongo, inolvidable. Primero en el Colegio Mayor Marqués de la Ensenada y, luego, en piso con amigos canarios y peninsulares, disfruté mucho de todo lo que ofrecía Madrid y conocí a mi actual esposa, Olalla, compañera de estudios y vida desde hace 15 años.

 

¿Cómo ha sido el proceso en el mundo laboral, desde que finalizaste tus estudios pasando por Uría o tus experiencias internacionales?Acabada las dos carreras en 2004, tenía claro que, antes de siquiera plantearme volver a Tenerife, necesitaba rodarme como abogado en un despacho de la capital. Afortunadamente de inmediato me hicieron la oferta para trabajar en el departamento de derecho mercantil del despacho Uría Menéndez y no me lo pensé un instante pues suponía la oportunidad de trabajar con los mejores abogados de España, en el santuario del derecho mercantil y en un ambiente de formación y desafío continuos. Mi padre acertó con el consejo porque he podido aprovechar mi formación económica combinada con la jurídica en el asesoramiento a entidades de crédito y empresas en materia financiera y de fusiones y adquisiciones, a lo que he dedicado la mayor parte de estos últimos casi diez años.

 

Pero sin duda, mi período en Uría Menéndez me ha reportado una experiencia internacional impagable tanto desde el punto personal como profesional. Durante cuatro meses en 2008 trabajé como abogado interno en el banco de inversión J.P. Morgan en Londres, cliente de Uría Menéndez , en un período que coincidió con la crisis financiera mundial y la caída de Lehman Brothers; vivir aquella situación desde uno de los mayores centros financieros fue una enorme experiencia formativa. Posteriormente Uria  me destinó dos años a trabajar en su oficina de Londres (2010-2012), en los que aprendí a desenvolverme con clientes extranjeros (a veces muy exigentes y casi siempre muy preparados) y a conocer y perfeccionar el complicado derecho y lenguaje jurídico anglosajón . Pero quizás la experiencia en el extranjero que más me ha marcado es la estancia de seis meses que estoy a punto de completar en el despacho de Nueva York, Wachtell, Lipton, Rosen & Katz. Para los menos familiarizados con el ámbito del derecho, esta firma es un símbolo de la abogacía de los negocios en Estados Unidos y en el mundo, e inventaron estructuras jurídicas que se convirtieron en práctica habitual en el área de las fusiones y adquisiciones de empresas.

 

Cuéntamos más sobre la experiencia en el despacho Wachtell, Lipton, Rosen & Katz ¿Hay diferencias en el derecho con respecto a España y concretamente a Canarias?

En estos seis meses he trabajado en el departamento de mercantil (especialmente en operaciones de capital riesgo y fusiones), y he comprobado de primera mano la manera en que viven la profesión en Wachtell Lipton. Es un lujo ver cómo los socios más reputados se “remangan” junto con los abogados más jóvenes para encontrar el mejor argumento para un litigio o redactar la cláusula más apropiada para un contrato. Al igual que en Uría, les mueve la búsqueda por la excelencia (como ellos dicen, no debes dudar en dedicar dos horas más a mejorar un 1% del documento).

Ha sido muy interesante manejarme en un sistema jurídico tan diferente al español y por tanto al canario. Tal y como nos enseñan las películas de Hollywood, el derecho en Estados Unidos está basado más en el precedente judicial que en la ley. A diferencia de lo que ocurre en el sistema continental (España, Francia, Alemania), hay poco códigos o leyes escritas, y los principios generales del derecho proceden de las resoluciones de los jueces. Esto hace la práctica del derecho, sobre todo para quien ejerce ante un juez, algo más imprevisible y a la vez apasionante (aunque en España no faltan los jueces que producen sentencias sorprendentes en los últimos tiempos).

 

¿Se conocen las Islas en US? Si alguien las conoce, ¿Qué imagen tienen de las Islas?
En Nueva York casi todo el mundo conoce España, y muchos han viajado a Madrid, Barcelona y Baleares aunque bastante menos a Canarias. Lo primero que me preguntan al decirles que soy canario es qué demonios hago viviendo en Nueva York con el clima que tenemos en las Islas (en Nueva York hemos estado desde diciembre a marzo con temperaturas bajo cero y han caído como diez nevadas, dicen que ha sido el invierno más duro de los últimos cuarenta años). El turista americano, por lo general, no busca lo que con carácter fundamental les podemos ofrecer: sol, mar y playa y por eso hay poca afluencia a nuestras islas desde USA. Ellos tienen al lado el Caribe o la costa californiana. Es un turismo preferentemente cultural y deportivo, especialmente de golf.

 

¿Qué próximos proyectos que tienes en mente?
A finales de abril me reincorporo a la oficina de Madrid de Uría Menéndez. Han sido varios cambios de ciudad en los últimos años, lo cual es poco habitual en la profesión de abogado y por lo que me siento muy afortunado, pero ahora me apetece asentarme en Madrid, con mi esposa y en Uría, donde soy muy feliz y espero seguir desarrollando mi carrera por muchos años más. Me gustaría poder seguir ligado a proyectos internacionales en todas las áreas del derecho de los negocios y seguir especializándome en operaciones de compraventa de empresas y de financiación.

 

¿Cuál es tu visión de Canarias, algún proyecto que te gustaría impulsar?
Llevo muchos años fuera de mis islas aunque sigo teniendo como decimos allí magua de Tenerife y de mi gran familia Ravina y de mis amigos. Procuro ir, dentro de mi ajetreo profesional, las veces que puedo y suelo comentar las circunstancias por las que, en cada momento, atraviesa nuestra comunidad. Me duelo muchísimo el paro juvenil totalmente injusto e inexplicable teniendo en cuenta el crecimiento importante que el turismo viene dotando notablemente al PIB canario. Creo que se debe diversificar la economía, reimpulsando la agricultura aprovechando las nuevas tecnologías y nuestro privilegiado clima y fomentar la industria relacionada con las energías renovables y con la informática, perfectamente exportables teniendo en cuenta nuestra envidiable situación geoestratégica. Esos y otros son los proyectos que me gustaría que nuestros políticos y agentes sociales impulsaran.

 

Como socio del Club Canarias  ¿que te parece la iniciativa, cómo crees que podemos ayudar a aumentar la visibilidad de las Islas?
Tuve la suerte de conocer el Club Canarias casi desde su génesis y he de reconocer queme ha sorprendido lo rápido que ha sido capaz de lanzar iniciativas que aportan valor a los socios y a Canarias. A los canarios que estamos desplazados nos ayuda a sentirnos más cerca de los problemas que existen en Canarias y un poco más partícipes del debate sobre las posibles soluciones.
El Club Canarias debe seguir como hasta ahora, promoviendo la imagen de las Islas Canarias en Madrid y otros foros, complementando su actividad con la de otras instituciones que trabajan por Canarias, y representando y uniendo a la cada vez mayor comunidad de jóvenes canarios que por circunstancias han salido de las Islas.

 

Muchas gracias por participar en la sección #talentocanario y por ser uno de los socios originarios del Club Canarias.
Agradecer la oportunidad que me brindan para exponer mis consideraciones personales y profesionales acerca de mi vida y mi terruño, ratificar mi auténtica “canariedad” y el deseo sincero de que la lacra del paro que asola a nuestros jóvenes se reconduzca y haga posible que todos aquellos buenos profesionales de la generación anterior a mi que han tenido la necesidad de emigrar para encontrar trabajo encuentren en nuestras islas oportunidades para volver y trabajar allí.

 

bottom of page